Historias Hechas de Realidad
La Historia Detrás de los Power Rangers
El que dijo que los
Power Rangers son un buen ejemplo para los niños,
hoy lo pensaría dos veces después de conocer las andanzas de Skylar Deleon, uno
de los personajes de la serie
infantil que al parecer se cansó de ser el bueno de la historia.
Después de ser el líder de los superhéroes preferidos de los niños en la década
de los 90, en la serie
de televisión Mighty Morphin Power
Rangers, sus días de éxito se esfumaron. Cada vez le era más difícil aprenderse
los libretos y los productores terminaron reemplazándolo por otro actor.
Deleon, entonces, cambió la espada de poder por un cuchillo con el que se
dedicó a atracar en las calles de Los Ángeles. Tenía apenas 20 años.
Lo que parecía ser un mal enfrentamiento al
fracaso, terminó en una tragedia sin precedentes. En noviembre de 2004, después
de haber leído un anuncio en el periódico en el que se vendía un yate, decidió
contactar a los dueños para cuadrar una cita. Thomas y Jackie Hawks, una pareja
mayor, le comentó a Deleon que habían tomado la decisión de vender su
embarcación para mudarse a Arizona y estar más cerca de su nieto.
Sonriente y muy amable, Deleon se aseguró de caerle bien a la pareja
hablándoles de su pequeño hijo de nueve meses. Con la imagen de
un hombre de familia organizado y responsable, los Hawks no dudaron en aceptar
la oferta de Deleon: 440.000 dólares. El día de su segundo encuentro fue la última
vez que se les vio a Thomas y a Jackie Hawks con vida.
Llevado por la avaricia, Deleon tenía claro que
ese yate tenía que ser suyo. Dinero no había, así que la única opción era
robarlo. Confiado en su habilidad como atracador, Deleon, llegó acompañado de
su esposa y de su amigo John Kennedy, con la supuesta intención de firmar los
papeles de traspaso del yate y entregarles lo acordado. Pero en cuestión de
minutos, la amigable reunión se convirtió en escena de una película de terror.
Kennedy, miembro de una peligrosa pandilla de
Los Ángeles, fue el encargado de someter a la pareja. Esposados, los obligó a
firmar los papeles amenazando con matarlos. Aterrorizados, hicieron caso,
confiados en que sus vidas serían perdonadas.
Hasta el momento esa era la idea. Pero en menos
de cinco minutos, el ex Power Ranger perdió el control de la situación.
Neurótico y bastante nervioso, amarró a la pareja al ancla del yate. Las
súplicas y el llanto no tuvieron efecto alguno en Deleon, quien los lanzó al
mar y los dejó morir ahogados. Mientras regresaban al puerto, él y sus dos
cómplices se encargaron de desaparecer cualquier evidencia de lo sucedido, al
tiempo que guardaban en bolsas de basura todos los objetos pertenecientes a los
Hawks. Hasta ese momento, era el crimen perfecto.
Pero la suerte se le acabó una semana después,
cuando Jackie y Thomas Hawks fueron declarados oficialmente desaparecidos. Con
una tranquilidad abrumadora, Deleon contestó las preguntas de la policía, que
lo contactó cuando la familia de los Hawks dio su nombre como un posible
comprador del yate: “Tras cerrar el negocio, ellos subieron a su carro y se
fueron, esta fue la última vez que los vi”. Para sustentar su versión, les
mostró los papeles de traspaso. Su actitud era tan relajada que la policía se
fue sin más preguntas.
Solo cuando las autoridades encontraron los
cuerpos en el mar, la actuación de Deleon se fue al piso. Si se habían ido en
el carro, como aseguró el ex actor, ¿por qué terminar ahogados cerca al puerto
donde se encontraba el yate, que ahora pertenecía a Deleon? La insistencia por
parte de las autoridades se hizo más fuerte, y al igual que en sus años de
actor juvenil, Skylar no soportó la presión.
Su siguiente paso fue acusar a John Kennedy de
ser el asesino y de obligarlo a estar en la escena del crimen. Lo que Deleon no
sabía era que Kennedy ya había hablado con la policía y dado pruebas de que él
solamente había esposado a la pareja y limpiado el yate. Kennedy Aseguró que
Deleon planificó el robo y amarró a los Hawks al ancla antes de lanzarlos al
mar.
El
15 de enero de 2005, Skylar Deleon fue arrestado por los cargos de secuestro,
robo y doble asesinato. Y aunque se pensaba que ya en la cárcel no podía usar
sus “superpoderes” y lastimar a alguien más, Deleon dejó en evidencia que su
instinto asesino no tenía nada que ver con la ficción. Mientras esperaba el
juicio, arregló con su compañero de celda asesinar a su propio padre, John
Jacobson Jr., y a su primo, porque supuestamente sabían de su culpabilidad en
el asesinato de los Hawks.
Con su plan fallido, debido a que su compañero de
celda lo delató, no tuvo más opción que declararse culpable. Después se supo
que en 2003 había degollado a un hombre por robarle 50.000 dólares. La defensa
fue ridícula. “Quería robar el dinero para poder pagar una cirugía de cambio de
sexo”, dijo con lágrimas en sus ojos cuando lo llamaron a testificar. “Estoy
tan desesperado por hacerlo que ya intenté quitármelo yo mismo con una
cuchilla”.
Si pensó que sus lágrimas conmoverían al jurado, no
pudo estar más equivocado. En menos de cuatro horas de deliberación, lo
encontraron culpable. A diferencia de Kennedy, el pandillero, y de Jennifer, su
esposa, que fueron condenados a doble cadena perpetua sin posibilidad de
libertad condicional, Deleon fue condenado a la pena de muerte. La frialdad con
la que engañó a los Hawks para ganarse su confianza, para luego amarrarlos al
ancla y lanzarlos vivos al mar, fue suficiente para que un juez de la Corte de
Orange County anunciara el pasado 21 de junio que Skylar Deleon morirá bajo la
inyección letal, la primera semana de agosto de 2011. Un final totalmente
lejano al del joven que en algún momento fue el héroe de cientos de niños que
querían ser tan fuerte como él.